V.M. Samael Aun Weor

(Bogotá, Colombia, 6 de marzo de 1917 − México, 24 de diciembre de 1977)

El 6 de marzo de 1917, entre el estrepitoso tronar de los cañones de la Primera Guerra Mundial,  nacía Víctor Manuel Gómez Rodríguez; tal era el nombre profano de quién estaba llamado a revolucionar el ámbito del Conocimiento o Gnosis.

Aunque nació en Colombia, él siempre se consideró mexicano, y así lo manifestó en múltiples ocasiones. Decía que, en su caso particular, su nacimiento en Colombia fue una recurrencia kármica; sin embargo, el establecimiento de su residencia en México fue motivado por una orden de la Logia Blanca. En ese país tenía que trabajar para establecer las bases de la difusión de la Enseñanza Gnóstica en el mundo.

Ya desde bien pequeño mostró inquietudes espirituales y ciertas facultades internas que le permitían dedicarse a la meditación y al estudio interno. Su gran inquietud le llevó a buscar desde muy temprano los misterios del más allá, y con tesón de clérigo estudió innumerables obras metafísicas. Ya a los 16 años se encontraba enfrascado tanto en el estudio de los novedosos experimentos científicos sobre la fuerza psíquica etc., como en muchos temas sagrados de la Antigüedad. A los 17 años de edad ya impartía conferencias en la Sociedad Teosófica y estudiaba la obra extraordinaria de H.P. Blavatsky. Practico con intensidadad las diferentes disciplinas del Yoga con excepción del Hata-yoga.
A los 18 años de edad ingreso en la Fraternidad Rosacruz fundada por el Dr. Arnoldo Krumm Heller, Médico Coronel del Ejército Mexicano e insigne catedrático de la Universidad de Medicina de Berlín. Esto le permitió combinar el estudio con la práctica de las magníficas obras de Krumm Heller, Hartmann, Eliphas Levi, Steiner, Max Heindel, etc.

Franqueado de murallas intelectivas, hastiado de tantas teorías tan complicadas y difíciles, viajó a las costas tropicales del Mar Caribe y se dedicó a la meditación y a la búsqueda de su Ser interior. En 1942 conoció a la que sería su esposa y colaboradora esotérica, la V.M. Litelantes. A los 30 años de edad contactó con la Iglesia Gnóstica de los mundos internos y tuvo una experiencia trascendental con su Gurú interior; a partir de entonces supo quién era internamente y cuál era su misión: Entregar la Gnosis en esta Era de Acuario. En 1950 inicia su Obra con el libro El Matrimonio Perfecto… que fue toda una revelación para las escuelas esotéricas de la época.

Más tarde, el Maestro y su familia emprendieron un duro viaje que les llevó a pasar por Panamá, San José de Costa Rica, Nicaragua, Honduras, El Salvador y Guatemala, hasta llegar a México, a la ciudad de Veracruz. En cada uno de los países por los que pasaron, el Maestro sembró la semilla del Movimiento Gnóstico, dejando siempre algún estudiante que se convertía en el representante del Movimiento en ese país… En 1955 ya estaban en México desde donde establecieron las bases para la formación del Movimiento Gnóstico.

Maestro-Samael

Samael Aun Weor

El maestro Samael Aun Weor es el fundador del Movimiento Gnóstico contemporáneo y nos dejó una enseñanza llamada  Gnosis (conocimiento), en donde se sintetiza el camino que ha de seguir un hombre para llegar al completo despertar de su conciencia y a su autorrealización. 

La enseñanza gnóstica no es nueva, sino que ha estado siempre presente en las diferentes corrientes esotéricas y filosóficas de todos los tiempos, aunque en una forma velada.

El Maestro Samael, conocedor del Camino Iniciático, pues le tocó recorrerlo, supo extraer y sintetizar en sus obras el conocimiento (gnosis) que permanecía oculto en forma simbólica en la Religión, la Filosofía, la Ciencia y el Arte de las todas las Culturas y Civilizaciones, y dejarlo plasmado en un lenguaje claro y práctico, adaptado a la mentalidad de esta época.


Mostramos ahora algunos relatos autobiográficos recogidos del libro Las Tres Montañas:

Infancia  (autobiográfico- Libro «Las Tres Montañas»).

 No está de más aseverar solemnemente que nací con enormes inquietudes espirituales; negarlo sería un absurdo.

Aunque a muchos les parezca algo insólito e increíble, el hecho concreto de que haya alguien en el mundo que pueda recordar en forma íntegra la totalidad de su existencia, incluyendo hasta su propio suceso del nacimiento, quiero aseverar que yo soy uno de esos.

Después de todos los consabidos procesos natales, muy limpio y hermosamente vestido, deliciosamente fui colocado en el lecho materno junto a mi madre…

… Cierto gigante muy amable, acercándose a aquel sagrado lecho, sonriendo dulcemente me contemplaba, era mi padre.
Huelga decir claramente y sin ambages, que en el amanecer de cualquier existencia andamos originalmente en cuatro patas, luego en dos y por último en tres. Obviamente la postrera es el bastón de los ancianos.

Mi caso en modo alguno podía ser una excepción a la regla general. Cuando tuve once meses quise caminar y es evidente que lo logré, sosteniéndome firmemente sobre mis dos pies.

Todavía recuerdo plenamente aquel instante maravilloso en que, entrelazando mis manos sobre la cabeza, hiciera solemnemente el signo masónico de socorro: «ELAI B NE AL’MANAH».

Y como quiera que todavía no he perdido la capacidad de asombro, debo decir que lo que sucedió entonces me pareció maravilloso. Caminar por vez primera con el cuerpo que a uno le ha dado la Madre Natura, es fuera de toda duda un prodigio extraordinario.
Muy serenamente me dirigí hasta el viejo ventanal desde el cual podía verse claramente el abigarrado conjunto de personas que aquí, allá, o acullá, aparecían o desaparecían en la calleja pintoresca de mi pueblo.

Agarrarme a los barrotes de tan vetusta ventana, fue para mí la primera aventura; afortunadamente mi padre hombre muy prudente conjurando con mucha anticipación cualquier peligro, había colocado una malla de alambre en la balaustrada, a fin de que yo no fuese a caer en la calle.

¡Ventana muy antigua de un alto piso! ¡Cuánto la recuerdo! Vieja casona centenaria donde diera mis primeros pasos…

… Ciertamente en esa deliciosa edad, amaba los encantadores juguetes con que los niños se divierten, más esto en modo alguno interfería mis prácticas de meditación.

Por esos primeros años de la vida en que uno aprende a caminar, acostumbraba sentarme al estilo oriental para meditar…

Entonces estudiaba en forma retrospectiva mis pasadas reencarnaciones y es ostensible que me visitaban muchas gentes de los antiguos tiempos.

Cuando concluía el éxtasis inefable y retornaba al estado normal común y corriente, contemplaba con dolor los muros vetustos de aquella centenaria casa paternal, donde yo parecía, a pesar de mi edad, un extraño cenobita…

¡Cuán pequeño me sentía ante esos toscos murallones! Lloraba… ¡Sí! como lloran los niños…

… Me lamentaba diciendo: ¡Otra vez en un nuevo cuerpo físico! ¡Cuán dolorosa es la vida! ¡Ay! ¡Ay! ¡Ay!…

En esos precisos instantes acudía siempre mi buena madre con el propósito de auxiliarme, a tiempo que exclamaba: «El niño tiene hambre, tiene sed,» etc., etc., etc.

Jamás he podido olvidar aquellos instantes en que alegre corría por los solariegos corredores de mi casa…

… Entonces me acaecían insólitos casos de Metafísica trascendente: Me llamaba mi padre desde el umbral de su recámara; yo le veía en ropas de dormir y cuando intentaba acercarme a él, se esfumaba perdiéndose en la dimensión desconocida…

… Empero, confieso sinceramente que este tipo de fenómenos psíquicos me eran muy familiares. Entraba sencillamente en su alcoba y al verificar en forma directa que su cuerpo físico yacía dormido entre el perfumado lecho de caoba, me decía a mi mismo lo siguiente: ¡Ah! lo que sucede es que el alma de mi padre está afuera porque su cuerpo carnal en estos momentos está durmiendo.

Por aquellos tiempos comenzaba el cine mudo y muchas gentes se reunían en la plaza pública durante la noche, para distraerse observando películas al aire libre en la rudimentaria pantalla: una sábana bien templada, clavada en dos palos debidamente distanciados…

… Yo tenía en casa un cine muy diferente: me encerraba en una recámara oscura y fijaba la mirada en la barda o pared. A los pocos instantes de espontánea y pura concentración, se iluminaba espléndidamente el muro cual si fuese una pantalla multidimensional, desapareciendo definitivamente las bardas; surgían luego de entre el infinito espacio, paisajes vivientes de la gran naturaleza, gnomos juguetones, silfos aéreos, salamandras del fuego, ondinas de las aguas, nereidas del inmenso mar, criaturas dichosas que conmigo jugueteaban, seres infinitamente felices.

Mi cine no era mudo, ni en él se necesitaba a Rodolfo Valentino, o a la famosa Gatita Blanca de los Tiempos idos.

Mi cine era también sonoro y todas las criaturas que en mi pantalla especial aparecían, cantaban o parlaban en el Orto purísimo de la divina lengua primigenia, que como un río de oro corre bajo la selva espesa del sol.

Más tarde, al multiplicarse la familia, invitaba a mis inocentes hermanitos y ellos compartían conmigo esta dicha incomparable mirando serenamente las figuras astrales en la extraordinaria barda de mi oscura recámara…

… Fui siempre un adorador del Sol y tanto al amanecer como al anochecer subía sobre la techumbre de mi morada (porque entonces no se usaban las azoteas) y sentado al estilo oriental como un yogui infantil, sobre las tejas de barro cocido, contemplaba al astro rey en estado de éxtasis, sumiéndome así en profunda meditación: buenos sustos se llevaba mi noble madre viéndome caminar sobre la morada…

… Siempre que mi anciano padre abría la vieja puerta del guardarropa, sentía como si me fuese a entregar aquella singular chaqueta o casaca de color púrpura en la que lucían dorados botones…

… Vieja prenda del vestir caballeresco que usara con elegancia en aquella mi antigua reencarnación en que me llamara Simeón Bleler; a veces se me ocurría que entre ese armario viejo pudieran también estar guardados espadas y floretes de los antiguos tiempos.

No sé si mi padre me comprendiera; pensaba tal vez que pudiera entregarme objetos de esa antepasada existencia; el anciano me miraba y en vez de tales prendas me entregaba una carreta para que con ella jugara; juguete de dichas inocentes en mi infancia…

Juventud  (autobiográfico- Libro «Las Tres Montañas»).

Era yo todavía un chaval de doce primaveras, cuando solícito con alguien que ansioso investigaba los Misterios del más allá, me propuse también inquirir, indagar, investigar en el terreno inquietante del espiritismo.

Entonces con tesón de clérigo en la celda, estudié innumerables obras metafísicas. No está de más citar autores como Luis Zea Uribe, Camilo Flamarion, Kardec, León Denis, César Lombroso, etc.

El primero de una serie de Kardec ciertamente me pareció muy interesante, más, tuve que releerlo tres veces con el ánimo indiscutible de comprenderlo íntegramente.

Posteriormente convertido realmente en un verdadero ratón de biblioteca, confieso con franqueza, sin ambages, que me apasioné con el «Libro de los Espíritus», antes de seguir con muchísimos otros volúmenes de enjundioso contenido.

Con mente impenetrable para cualquier otra cosa que no fuese el estudio, me encerraba muy largas horas dentro de mi casa o en la biblioteca pública, con el anhelo evidente de buscar el camino secreto.

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Ahora, sin presumir de sabio, sin vanagloria alguna, sólo deseo en este capítulo dar a conocer el resultado de mis investigaciones en el terreno espiritista….

… Sin ufanarme en modo alguno con tan delicadas y múltiples inquietudes de tipo filosófico y metafísico, confieso francamente y con toda sinceridad que aún no había llegado a las dieciséis primaveras de mi actual existencia, cuando ya me hallaba enfrascado en muchas materias de enjundioso contenido.

Con ansias infinitas me propuse analizar detalladamente los problemas del espíritu a la luz de la ciencia moderna.

Muy interesantes me parecieron por aquella época los experimentos científicos del físico Inglés William Crookes, descubridor insigne de la materia en estado radiante y del Talio, ilustre miembro de la Real Sociedad Británica.

Sensacionales me parecieron las famosas materializaciones del espectro de KATIE KING en pleno laboratorio, tema planteado por Crookes en su «Medida de la fuerza psíquica».

Excelentes, excepcionales, maravillosos, me parecieron muchos temas sagrados de la antigüedad tales como: La Serpiente del Paraíso, La Burra de Balaam, Las Palabras de la Esfinge, las voces misteriosas de las Estatuas de Mennon al romper el día, el terrible MENE TECEL PHARES del festín de Baltasar; el Serafín de Teherán, Padre de Abraham; los Oráculos de Delfos; los Betilos o Piedras Parlantes del Destino, los Menhires Oscilantes y Mágicos de los Druidas; las voces enigmáticas de todos los sangrientos sacrificios necromantes, origen auténtico de toda la tragedia clásica, cuyas revelaciones indiscretas en Prometeo, las Caforas y las Euménides, costaron la vida al Iniciado Esquilo; las palabras de Tiresias, el adivino evocado por Ulises en la Odisea, al borde del hoyo repleto con la sangre del cordero negro propiciatorio; las voces secretas que Alarico oía mandándole destruir a roma pecadora, y las que la doncella de Orleáns oía también para que exterminase a los ingleses, etc., etc., etc.

Sociedad Teosófica  (autobiográfico- Libro «Las Tres Montañas»).

Enseñado en buenos modales y sin ensayarme en la oratoria para recitar en público, a los diecisiete años de edad dictaba conferencias en la Sociedad Teosófica.

El Diploma Teosofista lo recibí de manos de Jinarajadasa, ilustre presidente de aquella augusta Sociedad, que en buena hora conociese personalmente.
Seguro de mi mismo en mi carácter estaba entonces muy bien informado sobre los extraños y misteriosos golpes de Rochester, los clásicos fenómenos psíquicos de la granja de los Eddy, donde nació la misma Sociedad Teosófica; había evocadores de las Pitonisas de los antiguos tiempos, sabía de casas encantadas y de apariciones Post Mortem y conocía a fondo todos los fenómenos telepáticos.

H.P. Blavatsky

Incuestionablemente, con tantos datos metafísicos en mi pobre mente acumulados, me había convertido en un erudito muy exigente.

Sin embargo, quise muy sinceramente formar el corazón con el buen criterio Teosofista y por ello me engolosiné con las obras que hallé en la rica biblioteca.

Venero inagotable de Sabiduría Divinal, descubrí con asombro místico en las obradas páginas de la Doctrina Secreta, obra extraordinaria de la Venerable Gran Maestra Helena Petrovna Blavatsky, la sublime mártir del Siglo XIX…

Yoga  (autobiográfico- Libro «Las Tres Montañas»).

Agotados los teóricos estudios de tipo Teosóficos, practiqué con intensidad RAYA-YOGA, BHAKTI, JNANA Yoga, Karma Yoga, etc., etc., etc.

Múltiples beneficios psíquicos obtuve con las Yogas prácticas preconizadas por esa venerada institución.

Como quiera que la meritísima Maestra H.P.B., consideró siempre a la HATHA YOGA como algo demasiado inferior, me es dable manifestar que jamás me interesé por tal rama de la YOGA Indostán…

La Fraternidad Rosa Cruz  (autobiográfico- Libro «Las Tres Montañas»).

 Dieciocho primaveras de adolescente ya tenía en el camino de mi actual reencarnación, cuando hubo de concedérseme el alto honor de ingresar a la Escuela Rosa Cruz Antigua. Institución Benemérita en buena hora fundada por el excelentísimo Señor Doctor Arnoldo Krumm Heller, Médico Coronel del glorioso Ejército Mexicano; veterano Ilustre de la Revolución Mexicana; insigne Catedrático de la Universidad de Medicina de Berlín, Alemania; notable científico; extraordinario políglota.

Arnold Krumm Heller

Impetuoso muchacho me presenté con cierta altivez en aquella «AULA LUCIS», entonces regenteada por un ilustre caballero de esclarecida inteligencia, y sin andarme en muchos cumplidos, por los aires, confieso francamente y sin ambages, que empecé discutiendo y concluí estudiando.

Arrimarse al muro, arrinconarse en la esquina de la sala, arrobado en éxtasis, después de todo me pareció mejor.

Huélgame decir en gran manera y sin mucha prosopopeya, que empapado en muchas intrincadas teorías de enjundioso contenido, sólo anhelaba con ansias infinitas encontrar mi antiguo camino, la senda del «Filo de la Navaja».

Excluyendo cuidadosamente todo SEUDO PIETISMO y vana palabrería insustancial de charla ambigua, definitivamente resolví combinar teoría y práctica.

Sin prostituir la inteligencia al oro, preferí ciertamente prosternarme humildemente ante el Demiurgo creador del Universo.

Riquísimo venero inagotable de esplendores exquisitos, encontré gozoso en las magníficas obras de Krumm Heller, Hartman, Eliphas Levi, Steiner, Max Heindel, etc., etc., etc.

Sin verborrea alguna, seriamente, sinceramente, declaro enfáticamente que por aquella época de mi actual existencia me estudié ordenadamente toda la biblioteca Rosacrucista.

Con ansias infinitas buscaba en el camino a un viandante que poseyese algún bálsamo precioso para sanar mi adolorido corazón.
Sufría espantosamente y clamaba en la soledad invocando a los Santos Maestros de la Gran Logia Blanca.

El gran KABIR Jesús dijo: «Golpead y se os abrirá», «pedid y se os dará», «buscad y hallaréis».

En nombre de eso que es lo real, declaro lo siguiente: cumpliendo con las enseñanzas del Evangelio Cristiano, pedí y se me dio; busqué y hallé; golpeé y se me abrió…

La Meditación  (autobiográfico- Libro «Las Tres Montañas»).

Franqueado de murallas intelectivas, hastiado de tantas teorías tan complicadas y difíciles, resolví viajar hacia las costas tropicales del mar Caribe…

… Allá lejos, sentado como un ermita de los tiempos idos, bajo la sombra taciturna de un árbol solitario, resolví darle sepultura a todo ese séquito difícil del vano racionalismo…

… Con mente en blanco, partiendo del cero radical, sumido en meditación profunda, busqué dentro de mí mismo al Maestro Secreto…samael_loto

… Más tarde, en el tiempo, hube de alejarme de la arenosa playa para refugiarme en otras tierras y en otros lugares…

… Empero, doquiera que fuese, continuaba con mis prácticas de meditación; acostado en mi lecho o en el duro piso, me colocaba en la forma de estrella flamígera piernas y brazos abiertos a derecha e izquierda con el cuerpo completamente relajado…

… Cerraba mis ojos para que nada del mundo pudiese distraerme; después me embriagaba con el vino de la meditación en la copa de la perfecta concentración.
Incuestionablemente, conforme intensificaba mis prácticas, sentía que realmente me acercaba al Íntimo…

… Las vanidades del mundo no me interesaban; bien sabía que todas las cosas de este valle de lágrimas son perecederas…

El Íntimo y sus respuestas instantáneas y secretas era lo único que realmente me interesaba…

Acotecimientos clave de su vida. 

–Entre 1942 y 1943 conoció a su esposa (la V.M. Litelantes). Este acontecimiento fue determinante para su desarrollo interior y el de su Obra; la Maestra Litelantes se convirtió desde entonces en su principal consejera y colaboradora esotérica, como tantas veces lo indicó el Maestro.

–En 1947, a la edad de 30 años, se producen otros dos acontecimientos trascendentales. Por una parte el Maestro tiene la oportunidad de aprender la Ciencia Jinas a través de la Maestra Litelantes, lo que le permitió incrementar enormemente sus capacidades de investigación interna. Por otra parte, el maestro contactó directamente con la Iglesia Gnóstica de los mundos internos, donde le salió al encuentro su GURÚ (llamado por él, cariñosamente, Adolfito)… Esto le permitió descubrir una serie de realidades que serán fundamentales en su Obra:

1º. Ante todo, supo quién era: Un antiguo Iniciado egipcio de Misterios Mayores, llamado Aun Weor… A partir de ese momento no quiso que se le llamara por su nombre de pila, sino Aun Weor (nombre con el que firmó sus primeros libros).

 2º. Supo también, que la Iglesia Gnóstica es la auténtica depositaria de los Misterios Crísticos, y que en ella se conservan íntegramente las enseñanzas que pueden llevar al hombre a la Cristificación.

3º. Comprendió, como él nos dice: Que encender el Fohat individual, la Flama de Eros en  nuestro laboratorio alquimista sexual, es ciertamente el fundamento de la auto-realización íntima del Ser; así lo comprendí profundamente, estudiando a los pies de mi Gurú Adolfito”…

 4º. Se le confirmó que Litelantes sí le servía para trabajar en  la Alquimia. Se le dijo: “Con esta Dama Adepto puedes trabajar en la Novena Esfera.”

 –Durante 3 años (entre 1947 y 1950), el Maestro mantuvo un intenso contacto con los Maestros de la Iglesia Gnóstica, y de ellos conoció la Misión de su Real Ser, cual fue la de ser el Avatara de la Nueva Era de Acuario ; recibe entonces de la Logia Blanca la orden de escribir un libro que deberá ser la presentación del Cristianismo Gnóstico a la humanidad,  es decir, la forma en que la Iglesia Gnóstica se hacía de nuevo públicamente presente. Así es como surge El Matrimonio Perfecto de Kinder o Puerta de Entrada a la Iniciación

–Paralelamente a todo esto, el Maestro trabajó intensamente en el despertar del Fuego Sagrado, cosa que consiguió en 1950, y esto le permitió entrar en el Sendero de los Misterios Mayores…

–En la Primera Iniciación de Misterios Mayores descubrió algo muy importante, que bien comprendido permite acabar con el triste » problema de la personalización”. Descubrió “que no es la personalidad física quien recibe las Iniciaciones, sino el Íntimo”…

–1952 fue otro año clave en la Obra del Maestro. En el mes de marzo, cuando estaba en los procesos iniciáticos de la Segunda Iniciación de Misterios Mayores, fue encarcelado y pasó seis días en prisión; la ridícula sentencia, literalmente decía: “Este señor, además de cometer el delito de curar a los enfermos, es también autor del libro titulado El Matrimonio Perfecto, el cual es un atentado contra la moral pública y las buenas costumbres de los ciudadanos”.

Por aquella época el Maestro vivía con su familia en una humilde cabaña en las costas del Mar Caribe, en la ciudad de Ciénaga. Ocurría por aquel entonces, que desde que escribió sus libros: el Matrimonio Perfecto y la Revolución de Bel, era objeto de envidias y persecuciones que desembocaron en la falsa denuncia que le llevó a la cárcel. Cuando salió de la cárcel, el Maestro pensó en emigrar. Había recibido una invitación de un discípulo de Fundación, el Dr. Bermúdez, que le ofreció vivir en el campo alejado de las injurias y persecuciones que sufría… Mas en el mes Sierra Nevada de Sta. Martade mayo de 1952, el Maestro viajo a la Sierra Nevada de Santa Marta, atendiendo una invitación que le hicieron unos campesinos de la Sierra. Cuando regresó de esas tierras vírgenes, informó que había recibido órdenes de fundar el Summum Supremum Sanctuarium (S.S.S.), un Templo de Misterios Mayores, en la Sierra Nevada de Santa Marta. Así fue como en el verano de 1952 el Maestro y su familia se trasladaron a la Sierra. Sus discípulos le hicieron una choza con ramas y arbustos donde se instaló con Litelantes y sus tres hijos. En la Sierra entró en contacto, en los mundos internos, con los antiguos “Mamas” de los indios Arahuacos que le dieron mucha información sobre medicina elemental.

–Uno de los más trascendentales acontecimientos que se verificó en el S.S.S. fue el Advenimiento de Samael (su Ser interno), hecho ocurrido el día 27 de Octubre de 1954, nueve años antes de la entrada de Acuario, Era que comenzó exactamente el día 4 de Febrero de 1962 a las 2 de la tarde, y que se inició con un eclipse de Luna.

Pero aun en la soledad de la Sierra, las persecuciones continuaban y el Maestro recibió una nueva orden de la Logia Blanca que le indicaba que debía abandonar Colombia, pues su vida corría peligro. Entonces el Maestro y su familia emprendieron un duro viaje (en el que su esposa estaba embarazada), que les llevó a pasar por Panamá, San José de Costa Rica (lugar donde nació el cuarto hijo de los maestros: Horus), Nicaragua, Honduras, El Salvador y Guatemala, hasta llegar a México, a la ciudad de Veracruz. En cada uno de los países por los que pasaron, el Maestro sembró la semilla del Movimiento Gnóstico , dejando siempre algún estudiante que se convertía en el representante del Movimiento en ese país…

–En 1955, el Maestro y su familia ya se encontraban instalados en México.

–Los años 1957, 1958 y 1959 fueron muy importantes en la formación del Movimiento Gnóstico Internacional. El Maestro fundo el A.G.L.A. (Acción Gnóstica Libertadora de Amerindia). Esta organización estaba formada por la unión de tres Movimientos:

  • El Movimiento Gnóstico Cristiano Universal
  • La Acción Libertadora Americana del Sur
  • El Sivananda Aryavarta Ashrama

Estos tres Movimientos estaban dirigidos por tres Maestros de la Logia Blanca:

Maestros de la Logia Blanca


Samael Aun Weor 
(Kalki Avatara de la Nueva Era Acuaria)

Francisco A. Propato  (V. M. Luxemil)

Sri Swami Sivananda  (Gran Gurú-Deva)

Pero debido a las inesperadas muertes del Yogui Sivananda y del Dr. Propato, el Maestro Samael quedó solo en la labor de transmitir el Mensaje de Acuario, y por esta razón decidió a principios de los años sesenta disolver el A.G.L.A. y trabajar únicamente con el Movimiento Gnóstico Cristiano Universal.

El día 4 de febrero de 1962 se iniciaba, oficialmente, la Era de Acuario, Samael Aun Weor ya había creado y establecido el Movimiento Gnóstico (el MGCU) en diversos países de América Latina. Sus libros ya circulaban y eran leídos por millares de personas.

Mario Moreno "Cantinflas"

Mario Moreno «Cantinflas» en el Congreso Gnóstico de Guadalajara en 1976

Mario Moreno «Cantinflas» en el Congreso Gnóstico de Guadalajara en 1976

Desde esa fecha hasta el final de su vida terrena, en 1977, creó el Partido Socialista Cristiano Latinoamericano (POSCLA), el Instituto de la Caridad Universal (ICU), la Iglesia Gnóstica Cristiana Universal (IGCU) y la Asociación Gnóstica de Estudios Antropológicos y Culturales (AGEACAC), más allá de haber escrito otras docenas de libros, dictado centenares de conferencias y creado grandes eventos internacionales como los Congresos de Antropología y Ciencias que llegaron a reunir más de 3.000 (tres mil) participantes oriundos de todos los continentes.

En el año 1977 había más de cinco millones de estudiantes del gnosticismo pero al poco tiempo de desencarnar el Maestro Samael (el 24 de Diciembre de 1977), empezaron las luchas entre los hermanos más “exaltados”, por querer ser los sucesores del Maestro, lo que dividió al pueblo gnóstico en diferentes grupos, que a su vez y con el paso de los años se fueron subdividiendo por los mismos fines egoístas de sus dirigentes.
Tal como anunció el Maestro Samael,han surgido “falsos maestros” que mezclan la enseñanza con sus propios delirios, desvirtuando la misma y creando sus grupos de incautos. Hoy día existen muchas siglas que nada tienen que ver con la auténtica línea sucesoria legada por el Maestro Samael a su esposa Dña. Arnolda Garro de Gómez (V.M. Litelantes), la cual legó a su hijo Osiris Gómez la dirección del Instituto Gnóstico de Antropología (IGA), que actualmente se dedica a la difusión fiel de la Gnosis y de la Obra del V.M. Samael Aun Weor.